domingo, 6 de enero de 2019

Inicios





LUNES 31 DE DICIEMBRE 9 AM.


Es lunes, pero bien podría ser cualquier otro dia...



Es pleno verano y ya a las 9 de la mañana hay un calor húmedo que apenas te permite andar por la ciudad, pero convengamos que podría ser cualquier otra estación del año y que la hora no es relevante.

Y aquí estamos,  una semana que inicia, un año que se cierra y en medio de este extraño paréntesis esta historia.

A él lo tengo justo delante mio y su andar pausado me obliga a frenar el paso... intento sobrepasarlo pero la gente que viene de frente y la vereda en mal estado me hacen cambiar de idea, asi que no tengo mas opción que disminuir la velocidad y hacer un pequeño alto en mi agenda...

Mientras me digo a mi misma que dos minutos mas o dos minutos menos no me van a cambiar la vida,  mis ojos se ponen a observarlo.

Tiene el pelo arremolinado, un poco mas de lo usual, porque aparte del clásico remolino en la parte alta central de la cabeza tiene otro, justo al frente y lo que, en unos años probablemente  sea un maravilloso jopo adolescente ( si es que siguen estando de moda) hoy es un manojo de pelos húmedos que el peine no pudo domesticar.

Va caminando concentrado y hasta te diría que parece saber cuales son las baldosas flojas, y las evita.. En algún lugar de mi cabeza sigo haciendo cálculos mentales sobre el tiempo que me queda para caminar las 10 cuadras hasta mi destino. Pienso que debería pedir permiso para sobrepasarlos pero algo me impulsa a quedarme en segundo plano, contemplando la escena.

Es lunes (ya te lo dije) y sin embargo este niño y su mamá pueden andar por una calle ajetreada como si pudieran imponerle  a la vida su propio ritmo, como si la vorágine de la ciudad no pudiera engullirlos.. es para pensarlo.. no?  ¿Por que ellos si pueden y yo no?

Justo cuando me dispongo a meditar en esto, cuando estoy lista para sacar mis conclusiones, él se detiene en seco y se deja sorprender.


 "¡Mirá mama, una hormiga,  ¡Y esta llevando una hoja!"

Yo no la veo, no tengo los anteojos adecuados para eso, pero su entusiasmo hace que le crea.
Sin dudas ahi abajo, tratando de sobrevivir la ciudad, hay una hormiga, y esta llevando una hoja, y eso a él lo hace inmensamente feliz.

Vuelvo a pensar que es lunes, que es 31, que el cielo esta todo encapotado y que se me hizo tarde... y todo queda pequeño al lado de lo que este nene del que no conozco el nombre  me acaba de enseñar.

No importa que dia sea, no importa si es de mañana o de tarde, tenemos que aprender a dejarnos sorprender, con lentes o sin ellos, con prisas o sin ellas. Tenemos que ser intencionales en nuestro diario caminar de vivir en plenitud.

La vida avanza, inexorablemente, y es nuestra elección andar a las corridas, o aprender a saborear cada minuto, cada instante, con todo lo que trae.


"Vivir en plenitud es un acto intencional
en el que todos tenemos que ejercitarnos."


 ¿Te animás a tomar este desafío a partir de hoy mismo?

Maravilloso y pleno 2019 para vos.


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Crédito fotografía by Vlad Tchompalov on Unsplash



2 comentarios:

  1. Hermoso Ilu! me encanta observar mi entorno cuando voy por la calle. A veces voy sacando fotos a las nubes o a las flores. Disfrutar del camino tiene su encanto. Abrazo!

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    1. :) Andar con ojos atentos vale el esfuerzo! Abrazo grande para vos también.♥

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